El enigma del paraguas negro

 

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No es un golpe, cariño, es un retoque

En la plaza Tharir creen que lo sucedido ayer -el derrocamiento del primer presidente egipcio elegido en elecciones libres- no es un golpe sino un toquecito para recolocar a la revolución en el camino correcto. Es como lo que le dice Bruce Willis en Pulp Fiction a su novia cuando le pregunta de dónde ha sacado la moto en la que viene a recogerla:  ”No es una motocicleta, cariño, es una chopper”.

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Santiago Muñoz Machado sobre la reforma de las Administraciones:

[...] muchas de las medidas contempladas en el plan de reformas dicen inspirarse en el principio “una Administración, una competencia”. Pero ese principio no existe en la Constitución, que más bien consagró su opuesto: el reparto de competencias en régimen de compartición o concurrencia y, como complemento, el “principio de cooperación”.

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Un aniversario que se nos pasó:

El 26 de junio se cumplieron cincuenta años de la visita de Kennedy a Berlín, y su Ich bin en Berliner. Aquí se pueden escuchar los discursos y detalles de la visita tal como fueron retransmitidos entonces por la radio alemana. El discurso con  la frase famosa es:  die Rede vor dem Rathaus Schöneberg. Tiene su instante simpático cuando Kennedy, después de que el intérprete ”tradujera” la frase en cuestión, dice más o menos: “Quiero agradecerle al intérprete  que también traduzca mi alemán”.

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De c..brón a c..ñazo

Bárcenas ya no es tema. Pueden encontrarle cientos de millones más en paraísos fiscales, y hasta en el planeta Marte, que el tema está agotado. Periodísticamente muerto. Culpa en parte de la sobreexplotación. Hay quien lo lamenta, y seguramente es lamentable. Pero mientras no se le descubra un horrendo asesinato, los trapicheos de Bárcenas, los sobres y los sueldos, las amenazas de tirar la manta, todo eso, sorry,  sólo sirve para envolver el pescado.

Lo más interesante que nos proporciona el ex tesorero es su  nueva vida carcelaria, de la que ha sabido algo el periodista Zuloaga.  Nos alegramos de que se lleve bien con su compi de celda.

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Un amigo en Asia

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Una valoración positiva de la propuesta de reforma de las pensiones del comité de expertos: Piloto automático para el sistema de pensiones, Ángel de la Fuente.

 

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El Campo Nou vacío

Las imágenes del concierto secesionista en el Camp Nou. Masivo y perfecto despliegue, un ejército de disciplinados espectadores con cartulinas, un cartel humano como en las escenografías de masas totalitarias, una inquietante familiaridad con las demostraciones sindicales franquistas en el Santiago Bernabéu,  salvadas las distancias iconográficas propias del paso del tiempo.

 

¿Cómo no se dan cuenta? Un estadio lleno de esa forma es un estadio vacío. De tal manera lo llena el poder que la vindicación de libertad se siente fuera de lugar, lejos de allí, abochornada por el rebaño de dóciles instrumentos al servicio. A más a más,  el detalle paleto de ese “Freedom”, algo solo propio de manifestantes primerizos en un país marginal. Queridos, ponerlo en inglés en lugar de en catalán lleva un triste mensaje implícito.

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¿Hay inflación de títulos universitarios? (En VLC News)

En los años sesenta y setenta, muchas familias de la nueva clase media española se pudieron permitir, por fin, enviar a sus hijos a la Universidad. Padres que apenas habían podido estudiar consiguieron, así, con no poco trabajo y sacrificio, que sus retoños accedieran a un nivel de formación con el que ellos ni siquiera habían soñado. Estudiar, y más en la Universidad, sólo había estado al alcance de una minoría.

El propósito de aquellas familias era muy comprensible y loable. Un título universitario abría la puerta a bienes tales como un trabajo mejor, un nivel de vida superior y  reconocimiento social. Tener un hijo universitario era un orgullo para unas familias que  habían decidido invertir mucho en educación. No un orgullo envanecido,  sino la satisfacción por que los hijos superasen una larga y difícil prueba que requiere  de cualidades específicas y de un gran esfuerzo sostenido. (Seguir leyendo)

 

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Por el artículo 29

Me temo que he dado por supuesto, en la columna de hoy, que todo el mundo sabe qué es el artículo 29. Yo he oído esa expresión desde niña: “Se hizo  por el artículo 29″. Venía a ser sinónimo de imposición o arbitrariedad.

El artículo 29 de la expresión (y de la columna) es el artículo 29  de la ley electoral de Maura, durante la Restauración. Artículo polémico y  famoso, al habérsele atribuido  el fortalecimiento del caciquismo.  La ley electoral de 1907, con su artículo 29, fue la que se aplicó en las elecciones municipales de abril de 1931 que condujeron a la proclamación de la República. Fue de lo primero que derogaron las Cortes republicanas.

Párrafo al respecto en la Wikipedia:

Antonio Maura, durante el denominado “gobierno largo”, con intentos renovadores, se dispuso a realizar su revolución desde arriba, centrada en la culminación de proyectos reformistas como el pleito autonomista catalán y el intento de descuaje del caciquismo mediante las reformas de las leyes municipal y electoral. En este último apartado se planteó realizar una reforma introduciendo el sistema proporcional, o eliminar las circunscripciones uninominales, proclives al caciquismo; sin embargo, la nueva ley electoral aprobada, si bien introdujo novedades como el voto obligatorio o la introducción de algunos métodos para velar por la pureza del proceso, como la constitución de las Juntas del Censo, en esencia no corrigió las disfunciones del sistema electoral, e incluso, las agravó con el tristemente famoso artículo 29, con el que resultaban automáticamente electos, sin necesidad de votación, los candidatos que se presentaran en solitario. Eso significó el reconocimiento legal a la inveterada costumbre del candidato único, en general afín al gobierno, y común, sobre todo, en las zonas rurales.

 

En una reseña de dos libros sobre la Restauración en Revista de Libros:

La piedra de toque es, en este caso, la ley electoral de 1907, promovida por Maura. En ella debían reflejarse las aspiraciones de acabar con el caciquismo,  moralizar  los  procesos electorales y fomentar la movilización política, que constituyeron el núcleo central del proyecto de «socialización conservadora» del político mallorquín. Pues bien, si hay acuerdo en que la ley favorecía la limpieza de las elecciones (gracias, sobre todo, a la intervención del Tribunal Supremo en el control del fraude electoral), no se encuentra la misma coincidencia a la hora de valorar los dos artículos más polémicos de esa norma legal. Uno (el art. 24) dificultaba la presentación de candidaturas, en especial de las fuerzas ajenas al turno, al exigir a los candidatos que no hubieran sido previamente diputados por el distrito correspondiente el respaldo de algunos miembros de la élite política (dos senadores o ex senadores, dos diputados o ex diputados a Cortes, tres diputados o ex diputados provinciales); o, en último extremo, el apoyo de la «vigésima parte del número total de electores del distrito». El otro artículo discutido (art. 29) excluía de las urnas a los electores de aquellos distritos o circunscripciones en los que el número de candidatos no superara el de los puestos a elegir.

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