De posiciones estratégicas

Rubalcaba cobra el aire del boxeador noqueado. Se pone de moda el juego de la mochila de la Diputación (¿Quiénes son los cincuenta?) Un ex fiscal neocomunista quiere meter en la cárcel al gobierno de la Generalitat por tocar la sanidad (¿Quizás habilitándole un buque?) ETA saca un papel y se deja puesta la capucha. El candidato Duran se mete en otro jardín, de difícil salida.

De posiciones estratégicas

Domingo
¿En qué quedaron los buenos propósitos rubalcabeños? El que iba a plantear, por fin, una campaña socialista en términos constructivos y clave propia, enseña sin rubor en Cataluña el plumero sectario que los del PSOE traen de serie. Más allá de una indudable querencia por el PP (sin él nuestras izquierdas ni se orientarían ni serían capaces de articular mensaje alguno), le aqueja el vértigo ontológico. ¿Qué somos salvo un contraste? Abrazado al adversario como Joe Louis con Max Schmeling, los últimos minutos del pesado peso pluma, o del liviano peso pesado, son la desesperada tentaruja del ser que se empeña en ser sin conseguirlo, del poder que se escapa, de un lamento de pérdida hecho eslogan: ¡No somos lo mismo! ¡No somos lo mismo! Y abrazado. Contradicción frenética, patetismo final a interpretar: Yo debiera ser tú.

Lunes
Como en un pasatiempo, se busca por Barcelona a medio centenar de señores con mochila, regalito personal del Montilla presidente de la Diputación a los más suertudos funcionarios del ente invisible. Qué no habrán hecho en la Casa de Tócame Roque durante los años felices, cuando a calzón quitado se entregaba el PSC con entusiasmo a la patrimonialización de lo público. Pillar mochilas no era poca cosa, y uno quedaba en deuda con Montilla por una década al menos. Es la habitual generosidad de la izquierda, trocada en personaje de barra de bar tirando de la billetera ajena que tiene en custodia. Un golpetazo en la barra plantando el billete: ¡Otra ronda! Y un montón de amigachos aplaudiendo y brindando. Qué no falte de nada a los compañeros.

Martes
Carlos Jiménez Villarejo quiere meter en el trullo al gobierno de la Generalitat por los recortes en la sanidad. Ah, ese derecho de diseño. Con una Constitución y un Código Penal imaginarios se decoran y enseñorean ex togados pavos reales en los salones de la superioridad moral. Como un torero, le ha dicho Homs al jurista Villarejo que proceda, que deje de especular y actúe de una vez. Con todo lo discutibles que puedan ser los ajustes presupuestarios, las probabilidades de que un juez los considere delito son cero patatero. Salvo que el asunto vaya a caer, claro está, a uno de los suyos, un juez de IU o ICV, uno de los que se arroga los tres poderes y, ya puestos, el cuarto. Sobre todo el cuarto. En realidad es la campaña por otros medios. Crear buen ambiente presentando al adversario como delincuente, una estupidez que aparta el foco de la mala gestión.

Miércoles
Venimos de reflexionar ante el micrófono sobre los dieciocho chinos que pasan por delante de una niña atropellada sin detenerse, uno de esos vídeos que podrían ahorrar varias horas de palabrería a los maestros cuando han de glosar la condición humana, y que yo no quiero contemplar. Salen en la conversación Rousseau y Hobbes, naturalmente. Luego subo las Ramblas con Luis Racionero, que me habla del Paraíso de Dante, de la avara pobreza y de las ventajas de vivir en el Ampurdán. Otrosí, Cataluña se ha convertido en un país de expertos en redes ferroviarias. Cualquiera te coge a traición y te da una conferencia improvisada sobre la radialidad, la reticularidad y los cambios estratégicos en la logística. Yo estoy muy contento porque siempre me han interesado estas grisuras, pero no doy crédito. Como Botín.

Jueves
Medio minuto antes de empezar a grabar el programa 59 segons, nos plantan delante una fotocopia con el hacha, la serpiente y el membrete de la ETA, tan formal en las cosas burocráticas. La terminología habitual… sólo que esta vez aparece la voz “definitivo”. Nunca como hoy he creído en la saludable diferencia entre los discursos público y privado. Como defensor de la hipocresía social, no vería tolerable que las conversaciones de los analistas cogidos a trasmano se difundieran sin más. La ministra Chacón recibe la fotocopia al mismo tiempo. Su rostro no se inmuta. Celebro, y así se lo digo, que la primera interpretación del pringoso documento por parte de un miembro del gobierno sea ésta: ETA ha sido derrotada. Como en las películas, guiadas por el principio de concentración, se acaba de confirmar también la muerte de Gadafi. Y la ministra inmutable, como debe ser.

Viernes
Aplaudo el tratamiento que el director de e-noticies, Xavier Rius, ha decidido darle al tema de la ETA en su diario digital. Cuando redacto estas líneas es la noticia vigésimo primera; la foto escogida es la del guardia civil de Vic, ensangrentado, con la niña en brazos; el titular: “¿Ha valido la pena?” Al menos en el establecimiento de la jerarquía de noticias, hoy el modesto medio virtual catalán da una lección de ética y de periodismo a todas y cada una de las cabeceras españolas. Mientras todo esto pasa o no pasa –que está por ver–, Duran i Lleida confirma su afición a meterse en jardines y se enzarza en espinosa polémica de la que no puede salir bien parado: el “derecho” de los homosexuales a recibir tratamiento psiquiátrico. ¿Quién le asesora, Duran? ¿Qué mapa de posicionamiento estratégico le han vendido?

(Ni un día sin línea, El Mundo de Catalunya, sábado 22 de octubre de 2011)