Dos diarios, ABC y La Razón, han entrado en pelea por una carta de Mingote que ha publicado el segundo de los periódicos. La misiva iba dirigida al consejero delegado de Vocento, José Manuel Vargas, y a la dirección de ABC no le parecido bien que haya salido a la luz. Otros consideran que su publicación, poco después del fallecimiento de Mingote, ha sido inoportuna. Desde el punto de vista periodístico, sin embargo, ha sido muy oportuna, pues era justo ahora cuando podía concitar la mayor atención. Y el hecho de su publicación no transgrede nada que no transgreda habitualmente el periodismo. Es decir, si los periódicos publican, cuando les parece más oportuno, cartas, emails, faxes y conversaciones telefónicas de cargos públicos y políticos, no veo ninguna razón para que consideren impublicables sus documentos internos. Ninguna, en fin, para que la prensa esté a salvo de la lupa que aplica a otros negociados y negocios. Es más, creo que la carta de Mingote es un documento muy revelador sobre el funcionamiento de la empresa periodística en estos tiempos. No es cosa de idealizar otros y tampoco de generalizar, pero el trato que se le dispensó a Mingote es característico de unos gestores que desconocen cuál es el principal capital de un periódico, esto es, sus firmas, sus colaboradores distintivos, sus redactores veteranos, y, en consecuencia, no les merecen respeto y los tratan como si fueran piezas intercambiables.
La carta decía lo siguiente:
“Mi distinguido amigo: Desde hace cincuenta y cinco años vengo publicando mis dibujos en ABC. En este periódico empezó mi vida profesional, y a mi trabajo en él le debo mi más o menos sólido prestigio. Siempre he creído que ABC era «mi» periódico, del modo más cordial y desinteresado. Las muestras de mi desinterés son abundantes. Mi ligazón a ABC ha sido siempre más sentimental que laboral. Hasta hoy.
Ese desmesurado contrato que me propones es sencillamente humillante, aunque su lectura me ha producido más bochorno y vergüenza que humillación. ABC ha dejado de ser esa casa amistosa y acogedora (aunque no siempre generosa) para transformarse en una empresa que pretende convertirme en poco menos que un siervo provechoso y explotable. La sombra de Juan Ignacio se ha desvanecido para dejar paso a unos directivos atentos exclusivamente a sus ganancias, objetivo por otra parte, legítimo.
Pero lo cual ha dado un vuelco a mi conducta. Le he prohibido a Isabel que siga negociando ese contrato, para dejar la tarea en manos de mi abogado, que sabrá hacerlo con Vocento sin el lastre de nuestra vieja devoción a ABC.
He dejado de ser un amistoso y leal colaborador para convertirme en un asalariado que procura mejorar su condición. Con mis mejores deseos, Antonio Mingote. Enero de 2009.”
En lugar de recortar los excesos del pasado, estrangula el futuro: recorta en I+D, en investigación, en becas, en fomento de la exportación y en aquellas infraestructuras que podrían contribuir a desarrollar la economía.
Diríase que Rajoy prefiere continuar la senda populista de Zapatero. Arbitrariedad, diferencias en el reparto de los costes, gastos inexplicables, trucos de contabilidad para desviar el recorte del Estado a las autonomías… La peronización de la política española sigue siendo el gran peligro: un jacobinismo retórico que no desarrolla a las regiones pobres, pero estrangula a las ricas.
España está en el punto de mira de los mercados. A este paso, nuestra economía se hunde. De nuevo, como si Zapatero no se hubiera ido, necesitamos una mano europea milagrosa. La falta de responsabilidad y diligencia de Rajoy han quedado en evidencia. Una cosa es la politizada gestión de tu propio tiempo y otra muy distinta es el ritmo que exige la realidad. También está quedando en evidencia la descripción que Rajoy hizo de la crisis. Si era hija de la inconsistencia de Zapatero, lógico era esperar que la llegada del PP fuera mano de santo. Pero la deuda y la burbuja eran españolas por los cuatros costados, no sólo por el flanco socialista: la cruda realidad lo confirma. Lo más inquietante de este momento es que Rajoy y Zapatero, tan distintos de aspecto y discurso, se parecen hoy más que ayer, pero quizás menos que mañana..
AP
A mi modo de ver se ha sobrevalorado en exceso el valor del emebeá. He visto ejecutivos sin experiencia ni oficio ni horas de vuelo hacer estropicios demenciales en empresas solventes hasta dejarlas peladas. La riada de ese tipo de gerentes profesionales que han pisado sin ningún tacto, ajenas a cualquier conocimiento acumulado en la empresa por sus mayores, y los destrozos en su gestión no vendrán descritos en ningún vademécum –sería contraproducente para esas carísimas escuelas- pero podrían llenar bastantes tomos en la historia reciente de la empresa español. Y en un catálogo de humor también podrían incluir sus saltos perosnales de pufo en pufo, con bonus y acciones, elevando sus ingresos a costa de la experiencia en cargos directivos anteriores desde donde han dejado cada empresa por las que han pasado embarrancadas.
No me extraña la falta de maneras con Mingote ni ese trato de mierda que dispensan a quienes hacen de un periódico algo más que un relación de textos de teletipos d e agencia. En ocasiones parecen lerdos.
No pretendo descalificar las escuelas de negocio en su totalidad. Creo que han modernizado y profesionalizado la gestión. Pero el 99% de los proclamados caballeros emebeá deberían estar en cuarentena en su primera multinacional, hasta empezar a entender que su pretendida magia de adolescente as tiene en potencia mucho de imprudencia suicida.
‘sobrevalorado en exceso el valor’
eso para empezar
;)
Todos los empresarios hacen lo mismo. Les da lo mismo si eres un genio en tu oficio, o un burro de carga, a cada cual lo exprimen según sus cualidades. Muy pocos empresarios respetan y valoran a los buenos trabajadores.
Un mal empresario es mucho más dañino que un mal trabajador. Al segundo si no se corrige, se va de patitas a la calle. Pero, ¿Quién frena los atropellos de un empresario esclavista? Siempre habrá desesperados que trabajen para él por menos sueldo. Esto es lo que va a pasar con el Decretazo de Rajoy. Si antes los trabajadores eran poco valorados, ahora serán mercancía desechable.
Lolo…respecto a lo que comentabas ayer, échale un vistazo al artículo:
http://lacartadelabolsa.com/leer/articulo/el_negro_cada_vez_mas_negro_futuro_de_la_economia_espanola
Joder, negro y con la viscosidad del chapapote.
“En el caso de España, ello significaría el regreso a la peseta , la subsiguiente depreciación de la misma, regresión a niveles de renta propias de la década de los 90 e inicio del éxodo al medio rural de una población urbana afectada por la asfixia económica, embargo de viviendas e ingreso en las listas del paro, con la consiguiente revitalización de extensas zonas rurales, rejuvenecimiento de su población y regreso a escenarios ya olvidados de economía autárquica.”
Al final van a tener razón Sintxapela y Reinhard, migración inversa de la ciudad al campo, autarquía, huertos como el de Atalanta con mucha prole para ayudar, que no da para tractores. Y en la tele, remake de ‘crónicas de un pueblo’. En cada capítulo, por orden del Gobierno, en vez de un artículo del Fuero de los Españoles, se meterá con calzador un artículo del Título VIII de la consti. Ya veo al cartero Braulio explicando a los niños que las autonomías sirven para acercar el poder político a los ciudadanos…
Ussia debería leer alguno de sus tratados de buenas maneras y recordar aquella ilustración del propio Mingote en la película de Rafael Azcona: “los muertos no se tocan, nene”
If, yo siempre he aparecido aquí con este nick. Te equivocas en lo de mis múltiples disfraces. Sólo tengo este. Para empezar, yo soy relativamente nuevo en el blog. Me temo que hay otros muchos a los que les toca un pie tus comentarios realmente ofensivos.
La mejor contestación a tu majadería del otro día la dio Artista que ni soy yo, ni lo he sido nunca. Tú lees de manera selectiva y sólo lo que te interesa. Deberías analizar las cosas mejor.
Ah, y la película que recomendabas en el otro hilo me la recomendó Mercedes el otro día. Y pensaba ir a verla hoy. Baja a la tierra y deja el aire de superioridad que sólo te sirve para caer antipático.
caray josé Luis menudo desahogo de salivillas retenidas…me parece que estás sobreactuando un pelín y haciendo un poquito el ridículo. El comentario sobre la película era de evidente tono guasón. Así que tranqui campeón. Y no sé a quién contestaba Artista, pero ni yo he hecho referencia a funcionarios vagos y paniaguados ni a ‘funcionarios de mierda’ ni similares…a ver si somos un poco honestos y no ponemos en boca de otros lo que no han dicho.
y hale…que esto no da más de si…y al que le toquen las narices los comentarios sobre la presión fiscal y el excesivo peso del Estado, que se rasque, porque no voy a dejar de hacerlos.
Hablando de “los muertos no se tocan, nene” Mingote hizo el cartel de la película que se hizo el 2011 y pasó completamente desapercibida.
Hay una entrevista a Mingote que seguro que es de las últimas que grabó.
http://www.losmuertosnosetocannene.com/web/
Me sorprende la ingenuidad de Mingote por pensar que las organizaciones tienen corazón. Al final, puesto que no se cambió de periódico, cabe pensar que le hicieron una propuesta mejor pero desde luego que no fue por razones sentimentales sino porque Mingote valía su peso en oro como profesional, como él bien sabía y da a entender en su carta.
Por otro lado sí entiendo que esa carta es interesante desde el punto de vista periodístico, pero está feo que aquellos que le hacen un feo a ABC por maltratar a Mingote en una negociacion económica y dejar poco espacio a la lealtad y las razones sentimentales, no atiendan a esas esas mismas razones cuando ven una posibilidad de denigrar a su adversario. Porque no creo yo que a Mingote le hubiese gustado que se publicase esa carta poco después de su muerte.
Saludos.
Los manejos de Alfonso Rueda con la complicidad de Conde Roa.
Al PP no le importa dar por culo a Santiago, si hay a la vista un buen negocio que aun queda por descubrir. Mientras Santiago reza, los lobos desvalijan la feria centenaria de Amio.
Al final de ‘Diarios’ Arcadi Espada hace una reflexión en la línea de la de doña Cristina. Apoyándose en un caso concreto demuestra que el político está sometido a muchos más controles que el periodista o el medio de comunicación que se erige en guardián de la moral pública. Compré el libro en papel en su día pero no lo encuentro. He mirado de hackearlo, porque hackear un libro de Espada siempre da morbo, pero tampoco. Lamento pues, no poder citar el ejemplo concreto en condiciones, pero viene a cuento, se lo aseguro.
Gerardo Conde Roa alcalde de Santiago, ejemplo vivo del LIBERALISMO.
http://elpais.com/diario/2008/02/27/economia/1204066802_850215.html
Esto es lo que ZP intentó hacer por el LIBERALISMO, cosa que no le dejaron las fuerzas del mal.
http://economia.elpais.com/economia/2012/03/30/actualidad/1333111096_251883.html
Esto es lo que hace Rajoy con los ricos defraudadores LIBERALES.
Luego que diga la derechona, que todos los políticos son iguales…….tururu
Me gustaría saber si Mingote se preocupó por plasmar en sus viñetas los manejos de los FISCOicidas. ABC no es precisamente un diario que se signifique por denunciar a los ricos-liberales.
Moa…tal vez sobre Günter Grass:
Como los árabes son también semitas, digamos antijudaísmo en lugar de antisemitismo. Se trata de un sentimiento muy antiguo y relacionado con la pasión de Cristo: “Caiga su sangre sobre nosotros y nuestros hijos”. Es decir, el pueblo elegido se transforma en el pueblo deicida. El cristianismo nace del judaísmo pero en gran medida contra él, empezando por su alcance en principio universal, frente al exclusivismo mosaico. No obstante, la idea de ser el pueblo elegido permitió a los judíos mantenerse a pesar de la diáspora, como minorías no asimiladas, miradas con recelo y a menudo con odio por los pueblos entre los que tenían que vivir, y demasiado débiles para imponerse. Privados de muchos derechos y a menudo de propiedad sobre el suelo, las oligarquías judías (que no “los judíos”, la mayoría de los cuales siempre vivió pobremente) dedicaron gran parte de su actividad al comercio y las finanzas, a cobrar impuestos, etc., lo que aumentó la aversión popular hacia ellos.
El origen estatal de los judíos está en Israel, y el movimiento sionista buscó la vuelta a la Tierra Prometida, donde no tendrían que sufrir los acosos, persecuciones y expulsiones que habían padecido tan a menudo en muchos países. La mayoría de los judíos consideraron el sionismo como utopía, hasta cierto punto simpática, pero inviable, máximo cuando implicaba abandonar negocios y condiciones de vida a las que estaban habituados y que en los siglos XIX y XX habían mejorado de forma considerable, pese a la persistencia de un fuerte antijudaísmo en muchos países.El impulso decisivo para la creación de Israel nació de la persecución nacionalsocialista, y fue considerada por muchos como una reparación por la terrible persecución sufrida, aunque para ello los sionistas debieron enfrentarse violentamente con los británicos, que ocupaban el territorio después de la derrota otomana en la I Guerra Mundial.
Pese a la diáspora, nunca había dejado de haber judíos en Palestina, una región que nunca había dispuesto de estado propio, siempre sometida a poderes imperiales más o menos despóticos, el griego, el romano, el bizantino, el árabe o el turco.Pequeño territorio en gran parte árido, atrasado y poco poblado; pero los árabes, conquistadores antaño, lo interpretaron como una agresión intolerable. Desde su nacimiento, Israel ha sufrido el ataque permanente de sus vecinos, que intentan sin el menor disimulo destruir el estado judío y aplastar a su población, sin que haya habido modo de llegar a acuerdos mutuamente satisfactorios, a pesar de las concesiones israelíes. En tan arduas condiciones, Israel se ha ido configurando como un enclave de cultura occidental, democrático y muy avanzado técnica y científicamente.
Lo curioso es que en su empeño terrorista por arrasar Israel, los musulmanes han encontrado la simpatía y el apoyo de unos movimientos de izquierda y de extrema derecha en Europa y América, que presentan como agresor al agredido y acosado, le niegan todo derecho a defenderse y anhelan un segundo holocausto, con mil argucias hipócritas. Por lo visto, los judíos no tienen derecho a descansar en ninguna parte. Unos y otros coinciden en negar valor a la democracia y en pretender que esta es solo un disfraz de una dictadura oculta sionista o masónica o similares, que dominaría a Usa y a los países más desarrollados. Con lo que resultaría que estos países deben su riqueza, sus libertades y sus capacidades innovadoras a los judíos y sus sociedades secretas.
Hay mucho de enfermizo o simplemente estúpido en todas esas construcciones ideológicas cuyo común denominador es el odio a la democracia y a las libertades, vistas como un engendro anticristiano del judaísmo o cosa por el estilo. En sentido contrario, existe una corriente judeómana que pretende hacer de la actitud hacia los judíos la piedra de toque de la moral política o simplemente de la moral. Otro absurdo peligroso.
Ojo, que vienen avisando:
http://www.libertaddigital.com/nacional/2012-04-08/ana-mato-garantiza-una-sanidad-gratuita-pero-advierte-de-que-hacen-falta-reformas-1276455172/
Memoria histórica.
Arzalluz requeté.
http://www.josealimia-requete.com/Imagenes/javier.jpg
Día sí, día también, hay que recordarle a la chusma izquierdosa que esta finca es España. Hoy le toca a Bieito Rubido, un gallego de pro-nazionalistaespañol.
España vive un momento de extraordinaria dificultad. Parece que el conjunto de los ciudadanos no se percata de las verdaderas dimensiones de la crisis o que sencillamente se evita abrir los ojos: comprobar a nuestro alrededor que la realidad supera en mucho a la simulaciónque los propios medios de comunicación reflejamos. O no sabemos contar bien la situación, o incluso haya a quien no le compense hacerlo. De todo habrá. Pero es hora de hablar claro. La situación económica de nuestro país, indiscutible herencia de los últimos años, alcanza el nivel de extrema gravedad. Se une a esto el desquiciado desafío de los nacionalismos periféricos de Cataluña y el País Vasco. Y, entre todos, se dibuja un cuadro que nos devuelve a otro 98, a aquella gran depresión colectiva en la que se sumió España a finales del XIX.
http://www.abc.es/20120408/espana/abci-espana-primer-plano-201204080223.html
Va sábana. Es necesaria y me lo agradecerán.
—
F.J Aguirre habla de su familia a Karmele, para que le vaya conociendo.
No sé si te he dicho alguna vez que mi padre es un genio. Bueno, te lo habré dicho unas mil veces, pero te lo diré una vez más: mi padre, Jesús Javier Aguirre, es un genio en el sentido literal de la palabra. Más de una vez he visto cómo alguien le habla de una válvula que tiene que cumplir una docena de requisitos, entonces mi padre coge un Rotring 0.4 y va haciendo dibujos a mano alzada hasta que deja la pieza perfilada en sus más ínfimos detalles. Y la dibuja pensando que alguien la tiene que fabricar, que otros tendrán que venderla y que en algún lugar del mundo habrá que colocarla y sustituirla cuando se averíe, dentro de muchos años. Luego entrega los planos para que los pasen a Autocad y revisen las cotas, como si él no hubiera hecho nada. A eso se ha dedicado la mayor parte de los años de su vida, tampoco desea hacer otra cosa. Mi padre no se jubilará nunca.
Siempre ha sido un hombre retraído y de pocos amigos, quizá eso le pasa por haber crecido traumatizado. Un trauma muy grande, niña. Ser hijo de madre soltera en un pueblo pequeño y en aquellos tiempos tuvo que ser tremendo. Mi abuela no era muy lista y se dejó engañar por un cantamañanas, nadie se explica qué pudo ver en él. Cuando mi padre era un adolescente pasó muchas tardes buscando a conocidos que le hablaran de aquellos años de la guerra . Imagínatelo a la salida de una imprenta de Basauri esperando a uno del que habían dicho que conocía a Domingo Galarza, que así se llamaba mi abuelo, para que lo mandara a la Alhóndiga a preguntar por un fulano que no quería saber nada y le dijo que subiera a la parte de arriba del Peñascal donde vivía, seguro, un tal Uriarte que lo conocía bien. Así estuvo una temporada, de un lado para otro y en ninguna parte le decían gran cosa. Más bien, notaba que nadie quería hablarle de Domingo Galarza, por eso rompió a llorar cuando subió hasta el Pagasarri, con el asma que tenía y aquel Uriarte no le hacía ni caso y se puso a cavar la huerta para ver si mi padre se marchaba. Tuvo que ser desgarrador ver cómo lloraba aquel crío tan bien educado porque el señor Uriarte se apiadó de él y dejó la huerta para decirle que nadie quería recordar a Domingo Galarza porque fue un mal bicho, mala gente que iba en una cuadrilla de ladrones y terminó de mala forma en Retuerto.
- Por favor, dígame todo lo que sepa. Yo solo sé que estuvo en el Malatesta.
- Del Malatesta los echaron a los cinco. Los echaron de todas partes. El jefe era un asturiano que había vivido en Barcelona, Álvarez se llamaba. Aquel hombre era el mismo diablo, estoy seguro. Luego estaban Calzada, Easo, Macazaga y tu padre. Los cinco iban juntos a todas partes.
El señor Uriarte hizo el favor de contarle todo lo que sabía, sin ahorrar detalles, incluso le dijo que parecía mentira que aquel rufián hubiera tenido un hijo tan majo. Después de certificar que descendía de un auténtico criminal, a mi padre le dio por no salir de casa. Era un chico estudioso y no daba problemas, pero le faltaba la alegría que debe acompañar a los jóvenes. Cuando acabó de estudiar en la Escuela de Peritos el tío Jesús lo llevó al taller donde trabajaba y se lo presentó al dueño de la empresa como “la solución que estamos buscando para poner algo de orden en la oficina”. Mi padre recuerda aquella época como una de las más felices de su vida, encontró un lugar en el mundo, mejoró su autoestima, entró en una cueva donde la taladrina corría por el suelo y las virutas de hierro se clavaban en los zapatos y en pocos años hizo de aquello algo parecido a una empresa moderna. Recibía a los clientes, hacía los planos, elaboraba los presupuestos, seleccionaba proveedores, dejaba muy claro cómo había que fabricar las piezas , se ocupaba de cargar los contenedores en el camión y de que las facturas se pagaran a su debido tiempo.
Estoy seguro de que un hombre así no se enteraba de las cosas que pasaban en el mundo, ni siquiera se preocupaba de lo que ocurría en su propio pueblo. No alternaba, no salía después del trabajo a tomar chiquitos, era un chico raro. No es difícil explicar cómo se casó con mi madre porque son dos mundos opuestos y complementarios. Sin duda se atraían. Mi madre es una cabeza de chorlito, pero con muchas habilidades sociales y tiene apuntados más de cincuenta cumpleaños en el calendario de la cocina. Mi madre buscaba a un chico formal y trabajador y mi padre necesitaba una mujer que lo espabilara, estaban predestinados. Cuando el dueño del taller se jubiló lo compraron entre mi padre y mi tío. Toda la familia sacó dinero de debajo de las piedras, la verdad es que fue una ganga porque Egaña no era ambicioso, no tenía hijos, ni herederos ni socios, solo aspiraba a comprar un piso en Alicante para pasar los inviernos y a seguir tomando vinos con la cuadrilla. Las cosas iban bastante bien, pero la vida nunca ha sido sencilla, llegaron años de convulsión política y huelgas generales , el pueblo estaba cambiando de amos y mi padre ni se enteraba, él a lo suyo, con sus tornos y sus troqueladoras, cada vez tenía más clientes, cada vez tenía más pedidos, lo de hacer aquellas huelgas era una posibilidad surrealista que ni se planteaba. Así que una noche quemaron las puertas del taller con unos bidones llenos de brea, ahí empezó una pesadilla.
Fue tan ingenuo que fue a denunciarlo a la Guardia Civil. Para qué quieres más. Los guardias fueron por allí a levantar el atestado y a partir de entonces las agresiones fueron continuas. Hasta pintadas le hicieron, le llamaban explotador, chivato y alguna otra cosa por el estilo. De aquellos días terribles jamás se habla en la familia, como si se quisieran borrar de la memoria . Los nuevos amos eran muy sofisticados en su acoso, entregaban en algunos comercios listas de vecinos a los que no se podía vender nada si no se quería sufrir represalias, y en alguna de aquellas listas veníamos nosotros. Era una situación que nos desbordaba . No sé el tiempo que estuvimos así, tres, cuatro años, puede que más. Mi hermano y yo eramos muy pequeños y solo recordamos detalles aislados que hemos ido dando sentido con el tiempo. Menos mal que llegó la salvación a través de un cliente, un buen cliente que luego ha sido un buen socio, el socio de mi padre durante más de veinte años. Luís Martín, ya ves tú qué nombre. He conocido a media docena de individuos que se llaman así, pero éste fue el primero, el original. Don Luís tenía un almacén de suministros en Alcobendas y un día entró al taller de Matiena porque estaba buscando un proveedor fiable de llaves de bola para la Campsa. Mi padre y él congeniaron enseguida, mi padre miraba los planos como si fabricar aquello fuera la cosa más fácil del mundo y no debía ser muy difícil, porque se inflaron a vender llaves de bola. Uno de aquellos días aciagos Luís Martín llamó por teléfono al taller y le dijo a mi padre que, por fin, sus desdichas habían terminado, que era una de esas ocasiones que se presentan una vez en la vida, que ahora o nunca Jesús, por la gloria de tu madre, abandona ese cubil donde tienes que sacar los contenedores a la calle y tienes que taparlos con un toldo para que no se mojen las piezas. Jesús, le dijo, sal de ese pueblo de maricones y ven a ver esto que voy a comprar, porque quiero comprarlo contigo y el dinero no es problema.
Pues le costó meses convencerle, pero allí terminamos, en una nave industrial gigantesca con todas las máquinas del taller, que parecían chatarra, en una esquina. Mi hermano y yo jugábamos a echar carreras con la transpaleta. Es uno de mis primeros recuerdos infantiles, había un eco peculiar en la nave casi vacía, recuerdo a Luís Martín diciendo al tío Jesús: “Cuando vuelva al pueblo puede decir a aquellos animales que su sobrino ha venido a un pabellón de cinco mil metros, sin columnas”. Recuerdo al tío Jesús angustiado por la mudanza y por todos aquellos cambios, y tengo grabada la sonrisa de Luís Martín como la imagen del hombre más feliz del mundo: “Ahora solo hace falta saber si voy ser capaz de vender a la misma velocidad que tú vas a fabricar”. Así empiezan las empresas multinacionales, niña. Otro día te contaré cómo a los Martines les tocó la parte de automoción y petroquímica y a los Aguirres la de aeronáutica y piezas especiales, que es un eufemismo que se usa para no decir “armamento”.
Ya ves cómo los boronos nos hicisteis un favor echándonos del pueblo, al final cada uno tiene que ir a encontrar su destino y yo lo he encontrado conociendo a personas que, seguramente , jamás habría visto si me hubiese quedado en Durango. Algún día te hablaré de ellos, de los que me han enseñado a veros como a bárbaros desarrapados que viven a la puerta de casa y de vez en cuando te roban una gallina. Fíjate si os conoceré bien que os tengo que aguantar en mi propia familia y de vez en cuando le dais un disgusto a mi madre, cada vez que detienen a algún primo por ser tan anormal , tan inútil y tan terrorista. A mi no me importa que tú estés con ellos, porque tú eres una bárbara que ha nacido en una familia de bárbaros, ha estudiado en la Universidad de los bárbaros y como no podía ser de otra manera, trabajas en contra de la civilización y la cultura. Tú eres así y yo te quiero como eres. Tienes que agradecérselo a un americano que una vez me miró muy serio y me dijo: “Aguirre, deja de pensar en los bárbaros de tu pueblo porque son irrelevantes. Algún día podrás utilizarlos a tu favor, en tu contra o mandarlos por el sumidero de la historia si eso te divierte. Pero no olvides que tu obligación consiste en vigilar a los hunos”. Eso sí que es un trabajo, niña. Vigilar a los hunos, con todo lo que se mueven.
.
Publicado por Chippewa
en 2009.
Es verdaderamente preocupante ver como en un gobierno de libegales la primera línea de los miembros del Gobierno domina el arte de estudiar, legislar, gobernar, conceder, registrar, hacer carrera y, sobre todo, opositar. La mayoría lo han hecho. Pero, ¿tienen experiencia en emprender, vender y competir?