…y vascos.
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Primero al hilo. Cuando yo era pequeño y mi hermano menor pretendía arrancarme algún favor, me prometía DIEZ PALACIOS DE ORO a cambio. Y yo le creía o al menos la intención. Cada vez que ZP salvaba una votación clave con CiU o PNV a cambio de unos milloncejos, me acordaba de los palacios de mi hermano y de otra cosa que descubrí más tarde, las promesas de yonqui.
Tronqui, dado que nadie me responde a la cuestión, ¿me dices tú por qué hay que ser más, menos o igual de europeo que ahora? Sin peteneras, porfi.
Acabo de terminar “El linchamiento” y no hay ni palabra sobre Marco ni Rubio, supongo que por no cerrar puertas a portazos más de una vez. Federico habla muy bien del libro de Marco.
Ahora mismo han estado en Intereconomía autor y “filipinos” comentándolo. Ni una alusión al todavía caliente de Moa. Si alguno alguna vez lee ambos antes que yo, le agradeceré una comparación. Ya que no leerás ninguno, tronco, a ti no te pregunto.
Mac, estuve en Edimburgo y Glasgow por ocio y negocio, algo cobré por ello, ¿me exime eso del pecado? ¿Qué hice mal?
Feli
Mac lleva viviendo-trabajando en Edimburgo varios años (no sé si dos o tres ya porque el tiempo vuela) y supongo que con su comentario te reñía por no haberle dicho nada de tu viaje pero me temo que no tenías ni idea de esa circunstancia.
La semana empieza con noticias sobre ratas:
- Ha muerto Kim Jong Il, modelo de algunos cantamañanas que tenemos por aquí (“aquí” es España, no el blog, que quizá también) y la versión oficial dice que de fatiga física: como no se haya fatigado de beber champán francés, de ver pelis porno o de cardarse el pelo, no me lo explico.
- Los chicos de Interior junto con su presidente y su juez carroñero de cabecera (el híbrido ese de mosca verde y escarabajo pelotero) no salen bien parados en La Gaceta de ayer y de hoy; no sé cómo van esas cosas en el periodismo pero imagino que los de La Gaceta tendrán muy claro lo que publican y además podrán demostrarlo porque si no, se están metiendo en un lío gordo. ¿O al final todo queda en lo del secreto de las fuentes y ya está?
Feli
Mac lleva viviendo-trabajando en Edimburgo varios años (no sé si dos o tres ya porque el tiempo vuela) y supongo que con su comentario te reñía por no haberle dicho nada de tu viaje pero me temo que no tenías ni idea de esa circunstancia.
La semana empieza con noticias sobre ratas:
- Ha muerto Kim Jong Il, modelo de algunos cantamañanas que tenemos por aquí (“aquí” es España, no el blog, que quizá también) y la versión oficial dice que de fatiga física: como no se haya fatigado de beber champán francés, de ver pelis porno o de cardarse el pelo, no me lo explico.
- Los chicos de Interior junto con su presidente y su juez carroñero de cabecera (el híbrido ese de mosca verde y escarabajo pelotero) no salen bien parados en La Gaceta de ayer y de hoy; no sé cómo van esas cosas en el periodismo pero imagino que los de La Gaceta tendrán muy claro lo que publican y además podrán demostrarlo porque si no, se están metiendo en un lío gordo. ¿O al final todo queda en lo del secreto de las fuentes y ya está?
…y hablando de linchamientos ¿cuenta algo de la tirria contra JC Girauta por su posición sobre la naturaleza del valenciano y que terminó, tras un episodio lamentable, con su marcha?
Feli
Yo te respondo. El problema es que yo no sé cuál es la respuesta. No sé si hace falta más unión que la que tenemos o basta con esta. Pero casi todos los analistas sostienen que esto mejoraría con una auténtica unidad fiscal. Es decir, perdiendo aún más soberanía y convirtiendo, de facto, al Ministro de Hacienda en Jefe de negociado.
Ahora bien, hay algo que se aprecia en cuanto hablas de Europa: sus instituciones no funcionan. Se creó como un acuerdo comercial: la CECA y tras el tratado de Roma y los que le siguieron, no se consiguió crear una auténtica unión con órganos de gobierno que funcionaran como tales. Como la vía de la unidad política no parecía factible, en parte porque esas instituciones ni eran gobierno, ni parlamento ni los ciudadanos querían que se convirtieran en eso, se intentó la unión por vía económica, dando lugar a una moneda que funciona de manera más impostada de lo necesario. Ahora cuando se ve que esto así no va bien, se acuerda dar un paso más, pero sin convicción y sin el apoyo de británicos, suecos y alguno más. En estas condiciones, si esto no sirve, intentarán, cualquier día de estos, otro parchecito, y así iremos trampeando el lío económico hasta que ocurra un milagro y sanemos la economía o hasta que caigamos en el completo marasmo y nos compren los chinos.
En mi opinión, para que esto funcione hay que cambiar las funciones de la Comisión y del parlamento, pero cuando las cosas iban bien a nadie le interesaba tal cosa y ahora que van mal, no hay tiempo para esas modificaciones. Ahora, se habla de modificar los tratados, pero todas las modificaciones van en la línea económica, no en la política e institucional.
Yo no sé si esto tiene remedio. Entre otras cosas, porque lo que siempre han querido los países integrantes es una unidad comercial, aquello de la Europa de los mercaderes, y nada más. Y cuando no hay voluntad de más, nada más sale. El problema es saber si con estos principios se puede hablar de unidad económica o no y en consecuencia si hay que seguir adelante o dar un paso atrás al modo británico.
Claro que un paso atrás a nosotros nos hará polvo…y a los alemanes también.
Feli
Yo te respondo. El problema es que yo no sé cuál es la respuesta. No sé si hace falta más unión que la que tenemos o basta con esta. Pero casi todos los analistas sostienen que esto mejoraría con una auténtica unidad fiscal. Es decir, perdiendo aún más soberanía y convirtiendo, de facto, al Ministro de Hacienda en Jefe de negociado.
Ahora bien, hay algo que se aprecia en cuanto hablas de Europa: sus instituciones no funcionan. Se creó como un acuerdo comercial: la CECA y tras el tratado de Roma y los que le siguieron, no se consiguió crear una auténtica unión con órganos de gobierno que funcionaran como tales. Como la vía de la unidad política no parecía factible, en parte porque esas instituciones ni eran gobierno, ni parlamento ni los ciudadanos querían que se convirtieran en eso, se intentó la unión por vía económica, dando lugar a una moneda que funciona de manera más impostada de lo necesario. Ahora cuando se ve que esto así no va bien, se acuerda dar un paso más, pero sin convicción y sin el apoyo de británicos, suecos y alguno más. En estas condiciones, si esto no sirve, intentarán, cualquier día de estos, otro parchecito, y así iremos trampeando el lío económico hasta que ocurra un milagro y sanemos la economía o hasta que caigamos en el completo marasmo y nos compren los chinos.
En mi opinión, para que esto funcione hay que cambiar las funciones de la Comisión y del parlamento, pero cuando las cosas iban bien a nadie le interesaba tal cosa y ahora que van mal, no hay tiempo para esas modificaciones. Ahora, se habla de modificar los tratados, pero todas las modificaciones van en la línea económica, no en la política e institucional.
Yo no sé si esto tiene remedio. Entre otras cosas, porque lo que siempre han querido los países integrantes es una unidad comercial, aquello de la Europa de los mercaderes, y nada más. Y cuando no hay voluntad de más, nada más sale. El problema es saber si con estos principios se puede hablar de unidad económica o no y en consecuencia si hay que seguir adelante o dar un paso atrás al modo británico.
Claro que un paso atrás a nosotros nos hará polvo…y a los alemanes también.
Probando. Feli, no me deja contestarte el servidor. Si sigue asistencia esto te mandaré un correo. Aunque la verdad es que puedo contarte gran cosa
Feli
Yo te respondo. El problema es que yo no sé cuál es la respuesta. No sé si hace falta más unión que la que tenemos o basta con esta. Pero casi todos los analistas sostienen que esto mejoraría con una auténtica unidad fiscal. Es decir, perdiendo aún más soberanía y convirtiendo, de facto, al Ministro de Hacienda en Jefe de negociado.
Ahora bien, hay algo que se aprecia en cuanto hablas de Europa: sus instituciones no funcionan. Se creó como un acuerdo comercial: la CECA y tras el tratado de Roma y los que le siguieron, no se consiguió crear una auténtica unión con órganos de gobierno que funcionaran como tales. Como la vía de la unidad política no parecía factible, en parte porque esas instituciones ni eran gobierno, ni parlamento ni los ciudadanos querían que se convirtieran en eso, se intentó la unión por vía económica, dando lugar a una moneda que funciona de manera más impostada de lo necesario. Ahora cuando se ve que esto así no va bien, se acuerda dar un paso más, pero sin convicción y sin el apoyo de británicos, suecos y alguno más. En estas condiciones, si esto no sirve, intentarán, cualquier día de estos, otro parchecito, y así iremos trampeando el lío económico hasta que ocurra un milagro y sanemos la economía o hasta que caigamos en el completo marasmo y nos compren los chinos.
En mi opinión, para que esto funcione hay que cambiar las funciones de la Comisión y del parlamento, pero cuando las cosas iban bien a nadie le interesaba tal cosa y ahora que van mal, no hay tiempo para esas modificaciones. Ahora, se habla de modificar los tratados, pero todas las modificaciones van en la línea económica, no en la política e institucional.
Yo no sé si esto tiene remedio. Entre otras cosas, porque lo que siempre han querido los países integrantes es una unidad comercial, aquello de la Europa de los mercaderes, y nada más. Y cuando no hay voluntad de más, nada más sale. El problema es saber si con estos principios se puede hablar de unidad económica o no y en consecuencia si hay que seguir adelante o dar un paso atrás al modo británico.
Claro que un paso atrás a nosotros nos hará polvo…y a los alemanes también.
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Una posible aproximación para resolver el misterio puede andar por la escasa experiencia del PNV y del PSOE actual en el manejo de los asuntos del poder político.
Ambos son hijos del franquismo, de lo peor del franquismo. Hijos resentidos de una clase media que viene de pasar más hambre que el perro de un titiritero y carecen de tradición que les oriente para saber con quien se juntan.
Se han criado estudiando libros que hablaban de “las clases privilegiadas” y no saben apreciar la realidad cuando “los privilegiados” son ellos. Siguen sin creerse que son ahora los arzobispos de todas las épocas.
Por eso, cuando hay que buscar aliados, se siguen viendo como lo que no son y calculan que pueden sacar algo de los que quieren romper la baraja y poner una Corea del Norte en el Atlántico o una republiqueta de chichinabo en el Mediterraneo. Cualquier cosa con tal de joder a España, a la que detestan, porque son de esa clase de hijos tarados que se avergüenzan de su madre.
El problema de Expaña es que es una nación demasiado nueva y los expañoles todavía no tienen mecanismos de defensa para sobrevivir a la propaganda más infecta. Ha costado la ruina y cinco millones de parados aprender a distinguir a Solbes de Pizarro y no sabemos lo que va a costar que algunos aprendan a diferenciar a la ETA del PP. – No hay más que ver el odio con el que Eduardo Madina habla de los populares y el cariño que tiene a los que le arrancaron la pierna con una bomba-.
Seguro que fue Maquiavelo el que dijo que duele más perder el poder que perder una extremidad. Y como no tienen ni idea de lo que van a terminar perdiendo, por eso se juntan con los que van a cortarles el cuello.
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Feli
Yo te respondo. El problema es que yo no sé cuál es la respuesta. No sé si hace falta más unión que la que tenemos o basta con esta. Pero casi todos los analistas sostienen que esto mejoraría con una auténtica unidad fiscal. Es decir, perdiendo aún más soberanía y convirtiendo, de facto, al Ministro de Hacienda en Jefe de negociado.
Ahora bien, hay algo que se aprecia en cuanto hablas de Europa: sus instituciones no funcionan. Se creó como un acuerdo comercial: la CECA y tras el tratado de Roma y los que le siguieron, no se consiguió crear una auténtica unión con órganos de gobierno que funcionaran como tales. Como la vía de la unidad política no parecía factible, en parte porque esas instituciones ni eran gobierno, ni parlamento ni los ciudadanos querían que se convirtieran en eso, se intentó la unión por vía económica, dando lugar a una moneda que funciona de manera más impostada de lo necesario. Ahora cuando se ve que esto así no va bien, se acuerda dar un paso más, pero sin convicción y sin el apoyo de británicos, suecos y alguno más. En estas condiciones, si esto no sirve, intentarán, cualquier día de estos, otro parchecito, y así iremos trampeando el lío económico hasta que ocurra un milagro y sanemos la economía o hasta que caigamos en el completo marasmo y nos compren los chinos.
En mi opinión, para que esto funcione hay que cambiar las funciones de la Comisión y del parlamento, pero cuando las cosas iban bien a nadie le interesaba tal cosa y ahora que van mal, no hay tiempo para esas modificaciones. Ahora, se habla de modificar los tratados, pero todas las modificaciones van en la línea económica, no en la política e institucional.
Yo no sé si esto tiene remedio. Entre otras cosas, porque lo que siempre han querido los países integrantes es una unidad comercial, aquello de la Europa de los mercaderes, y nada más. Y cuando no hay voluntad de más, nada más sale. El problema es saber si con estos principios se puede hablar de unidad económica o no y en consecuencia si hay que seguir adelante o dar un paso atrás al modo británico.
Claro que un paso atrás a nosotros nos hará polvo…y a los alemanes también.
Feli
Yo te respondo. El problema es que yo no sé cuál es la respuesta. No sé si hace falta más unión que la que tenemos o basta con esta. Pero casi todos los analistas sostienen que esto mejoraría con una auténtica unidad fiscal. Es decir, perdiendo aún más soberanía y convirtiendo, de facto, al Ministro de Hacienda en Jefe de negociado.
Ahora bien, hay algo que se aprecia en cuanto hablas de Europa: sus instituciones no funcionan. Se creó como un acuerdo comercial: la CECA y tras el tratado de Roma y los que le siguieron, no se consiguió crear una auténtica unión con órganos de gobierno que funcionaran como tales. Como la vía de la unidad política no parecía factible, en parte porque esas instituciones ni eran gobierno, ni parlamento ni los ciudadanos querían que se convirtieran en eso, se intentó la unión por vía económica, dando lugar a una moneda que funciona de manera más impostada de lo necesario. Ahora cuando se ve que esto así no va bien, se acuerda dar un paso más, pero sin convicción y sin el apoyo de británicos, suecos y alguno más. En estas condiciones, si esto no sirve, intentarán, cualquier día de estos, otro parchecito, y así iremos trampeando el lío económico hasta que ocurra un milagro y sanemos la economía o hasta que caigamos en el completo marasmo y nos compren los chinos.
En mi opinión, para que esto funcione hay que cambiar las funciones de la Comisión y del parlamento, pero cuando las cosas iban bien a nadie le interesaba tal cosa y ahora que van mal, no hay tiempo para esas modificaciones. Ahora, se habla de modificar los tratados, pero todas las modificaciones van en la línea económica, no en la política e institucional.
Yo no sé si esto tiene remedio. Entre otras cosas, porque lo que siempre han querido los países integrantes es una unidad comercial, aquello de la Europa de los mercaderes, y nada más. Y cuando no hay voluntad de más, nada más sale. El problema es saber si con estos principios se puede hablar de unidad económica o no y en consecuencia si hay que seguir adelante o dar un paso atrás al modo británico.
Claro que un paso atrás a nosotros nos hará polvo…y a los alemanes también.
Feli
Yo te respondo. El problema es que yo no sé cuál es la respuesta. No sé si hace falta más unión que la que tenemos o basta con esta. Pero casi todos los analistas sostienen que esto mejoraría con una auténtica unidad fiscal. Es decir, perdiendo aún más soberanía y convirtiendo, de facto, al Ministro de Hacienda en Jefe de negociado.
Ahora bien, hay algo que se aprecia en cuanto hablas de Europa: sus instituciones no funcionan. Se creó como un acuerdo comercial: la CECA y tras el tratado de Roma y los que le siguieron, no se consiguió crear una auténtica unión con órganos de gobierno que funcionaran como tales. Como la vía de la unidad política no parecía factible, en parte porque esas instituciones ni eran gobierno, ni parlamento ni los ciudadanos querían que se convirtieran en eso, se intentó la unión por vía económica, dando lugar a una moneda que funciona de manera más impostada de lo necesario. Ahora cuando se ve que esto así no va bien, se acuerda dar un paso más, pero sin convicción y sin el apoyo de británicos, suecos y alguno más. En estas condiciones, si esto no sirve, intentarán, cualquier día de estos, otro parchecito, y así iremos trampeando el lío económico hasta que ocurra un milagro y sanemos la economía o hasta que caigamos en el completo marasmo y nos compren los chinos.
En mi opinión, para que esto funcione hay que cambiar las funciones de la Comisión y del parlamento, pero cuando las cosas iban bien a nadie le interesaba tal cosa y ahora que van mal, no hay tiempo para esas modificaciones. Ahora, se habla de modificar los tratados, pero todas las modificaciones van en la línea económica, no en la política e institucional.
Yo no sé si esto tiene remedio. Entre otras cosas, porque lo que siempre han querido los países integrantes es una unidad comercial, aquello de la Europa de los mercaderes, y nada más. Y cuando no hay voluntad de más, nada más sale. El problema es saber si con estos principios se puede hablar de unidad económica o no y en consecuencia si hay que seguir adelante o dar un paso atrás al modo británico.
Claro que un paso atrás a nosotros nos hará polvo…y a los alemanes también.
Misterios catalanes…………….. y vascos. En lugar de mirar a los cerros de Úbeda, ¿alguien podría explicar lo que quiere decir JCG?
Mercedes, MUCHÍSIMAS GRACIAS por el resumen. Por la repetición no hay problema , ya me costó lo mío colgar mi post, la página ha sido hoy más la pájara que otra cosa.
Gracias también por la aclaración, Archi, estaba en ascuas.
Mac, si lo sabía, lo olvidé. Mi gasolina fue el vino caliente y mi leña los bocatas del Oink Oink, que hubiera compartido encantado contigo. Otra vez será.
A quien quiera ilustrarse rápidamente sobre Kim Jong Il (en algún documental mal traducido lo han dicho como Kim Jong Segundo), le recomiendo el cómic PyongYang, se lee en una tarde. Espero encontrarle junto a Arafat, Z
P, Urdanga y la Amorós cuando tenga que rendir cuentas en el Infierno.
JCG es Juan Carlos Girauta. En El linchamiento sólo hay una alusión indirecta reproduciendo un post ajeno y por otra causa.
Yo escuché ese programa y suscribo lo que dijo al 100%, y no me extraña que se largara. Aunque todavía le escucho a veces porque a esa hora no hay nada mejor y por otras cosas, CV es insoportablemente injusto cuando habla de Cataluña, del catalán y de los homosexuales.