La excepción Mandela

En su extraordinaria necrológica de Nelson Mandela en el New York Times, Bill Keller descubre el secreto: “el señor Mandela era esa rareza entre revolucionarios y disidentes morales: un estadista capaz, cómodo con el compromiso e impaciente con los doctrinarios”.

***

No es la fiesta de Rubalcaba (En LD)

En vísperas del aniversario de la Constitución me vino a la cabeza, por esas asociaciones raras, el caso de Art Buchwald. Este humorista norteamericano escribió en 1952 una columna para explicar a los franceses en qué consistía el Día de Acción de Gracias. Con tanta fortuna, que aquel artículo se publicaría cada año en esa señalada fecha, tal cual y sin cambiarle una coma, hasta que falleció su autor en 2007. Más de medio siglo duró la tradición periodística.

Entre nosotros es costumbre que el 6 de diciembre se pronuncien discursos y se publiquen valoraciones de la Constitución. Pero hoy ningún periodista que se precie puede ya echar mano de la columna que colocó hace una década; no tiene la suerte de Buchwald. Llegó a su fin la época del elogio de la Constitución en la indigesta prosa de la singladura. De la santa Constitución hemos pasado a la maldita Constitución. De extremo a extremo. Tal vez la tradición política en España es la falta de tradición.

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16 respuestas a La excepción Mandela

  1. Mercedes dijo:

    LA FORJA DEL HÉROE
    ‘ABC (Madrid)’ – 2013-12-07
    Muy po­cos hom­bres, co­mo Man­de­la, han si­do ca­pa­ces de mo­di­fi­car la His­to­ria al mo­do por ellos desea­do
    HER­MANN TER­TSCH
    Fue muy consciente siempre de su propia importancia. Dicen los que le conocían que nunca puso a disposición de otros el papel que él mismo se asignaba. El inmenso respeto que siempre demostró hacia todos y cada uno de sus interlocutores en la vida —desde el más poderoso De Klerk que le tenía preso hasta el último chófer que tuvo— era ante todo una expresión del supremo respeto que se tenía a sí mismo. Y ahí es donde hay que buscar el secreto de cómo fue convirtiendo en grandeza y magnanimidad inteligente todo su tiempo, sus reveses personales, sus años de prisión y aislamiento y la permanente y abrumadora manifestación de miedo y odio que era el apartheid en sí.
    Tenía todas las posibilidades de haber sido un abogado comunista radical más. Pudo haberse quedado en otro aparatchik, embrutecido y resentido como tantos luchando entre ellos por medrar y destacar en las ciudades africanas durante la Segunda Guerra Mundial y después con la descolonización y la Guerra Fría. Mandela pasó muchos años actuando en terrenos pantanosos que las más de las veces arrastran a los hombres al odio y al crimen. Habitualmente sin retorno posible. Y no evitó el trato con quienes cayeron. Ahí está Mandela en tantas fotografías de su vida, antes y después de sus 27 años en Robben Island, con pésimas compañías, comunistas cínicos y criminales como Castro u otros caudillos.
    Pero, al contrario que todos esos sátrapas y tiranos, él sufrió con la violencia, la impidió cuando pudo y la lamentó después como error propio. Los peligros en los que no cayó Mandela eran muchos. Sólo hay que recordar la siniestra deriva de otro gran líder africano que fue compañero de Mandela. Porque Robert Mugabe estudió como él en la Universidad de Fort Hare. Y volvería a su Rhodesia, aun, como Sudáfrica Imperio Británico, para ser un brillante y valiente luchador por los derechos y la libertades. Tras 26 años de presidencia, hoy es quizás el más siniestro dictador de África, con su país, Zimbabue, otrora ejemplo de prosperidad, convertido en un pantano de demencia política y de miseria.
    Mandela, él mismo lo decía con frecuencia, cayó y se levantó. Y cuando hablaba de caídas no se refería a los reveses infligidos por sus adversarios, sino de sus propios errores. Y dijo aquella frase célebre de que él no era un santo, salvo si serlo era el permanente esfuerzo por la enmienda. En todo momento, lo cuentan sus biógrafos y lo cuentan sus amigos, irradiaba una calidad diferente. Unos quieren ver en ello inicialmente la majestuosidad de un joven brillante y consciente de su pertenencia a la alta nobleza tribal. O el «aristocratismo», la firmeza de convicciones de un hombre inusualmente dotado y consciente de ello y vocacionalmente dispuesto al crecimiento moral. Pero muy probablemente haya en este caso algo más, casi mitológico. Que es esa continua e inverosímil mejora de la calidad del material del héroe. Esa vida convertida en forja para la aleación cada vez más perfecta de inteligencia con bondad, generosidad y lucidez, de arrepentimiento y enmienda.
    Todo ello se antoja el beso de mimado de los Dioses paganos, que muy pocos seres humanos llegan a gozar en la historia. Muy pocos hombres en la memoria de la humanidad han sido capaces de modificar la historia del modo por ellos deseado. Lo hizo Alejandro Magno, sí. Lo hicieron los Reyes Católicos en España. Lo hizo Winston Churchill en el siglo XX. Pero si no hacemos incursión ya en las vidas de los santos cristianos, muy pocos han quedado en esa memoria universal con un reconocimiento prácticamente unánime como ese extraordinario ser humano que ha sido Nelson Mandela.

  2. lolo dijo:

    En pleno período de contención forzada de todos los medios, a ver quién se atreve a ser el primero en dar al público lo que demanda, a entrevistar al violador ambulante en prime time, el diario El País asume el liderazgo y señala el camino entrevistando en domingo y en página par al violador de una cría de trece años. Bueno, no la hace el País sino el Spigel, pero da lo mismo. La entrevista, por otra parte, es estupenda. 
    http://cultura.elpais.com/cultura/2013/12/07/actualidad/1386436968_879436.html

    Por otra parte ¿Por qué no se pone el mismo empeño en entrevistar a Bolinaga o a Inés del Río o a cualquiera de los sesenta asesinos múltiples por la causa de Euskal Herría? A mí, espectador impune, me produciría el mismo morbo averiguar si a estos mataniños, mata guardias, mata españoles, se les ponía dura o se les mojaban las bragas cuando activaban el detonador, igual que al Ricart cuando arrancaba los pezones a las niñas con unos alicates.

  3. Jose Luis dijo:

    http://www.abc.es/ciencia/20131208/abci-invento-chimenea-solar-espanol-201312072202.html

    No sé yo si esto en Londres va a funcionar o tendrán que ponerle una estufa en los pies.

  4. Jose Luis dijo:

    Los Medios, Lolo, tienen el mismo miedo a la opinión pública que al ranking de audiencia.

    Por un lado, quisieran entrevistar a todos esos animales, por otro temen que un opinión contraria en las redes sociales le haga boicot .

    Para mí es una inmoralidad manifiesta hacer propaganda de cualquiera de esos bárbaros, sin contar con el efecto llamada que tienen esos programas para otras bestias que, por salir en Tv y hacerse famosos, son capaces de cualquier cosa.

  5. Sintxapela dijo:

    Hoy me apetece a mí también poner una sabanaca, qué caramba. La magnífica carta abierta de Jesús Cacho a Mariano que publica el primero en Vozpópuli. Y eso que no trata el tema de la excarcelación de etarras y violadores.

    ¿ POR QUÉ TIENE USTED CABREADA A TANTA GENTE, SEÑOR RAJOY ? 

     SOBRE EL AUTOR

    Jesús Cacho
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    Estimado presidente: sé muy bien que dirigirle esta carta abierta es una pretensión gratuita, tal vez incluso una osadía carente de sentido, entre otras cosas porque no parece que sea usted muy partidario de guiar su conducta por lo que dicen los medios. Le aclaro que Vozpópuli, a pesar de ser crítico con muchas de sus políticas, es un diario con vocación liberal que poco o nada tiene que ver con la plétora de medios que desde la izquierda le atizan a conciencia por razones ideológicas las más de las veces, aclaración que viene al caso porque nosotros no deseamos que usted se estrelle, no queremos que su Gobierno fracase, más bien lo contrario, entre otras cosas porque tememos que de esa circunstancia solo podrían derivarse males mayores para los españoles. En todo caso, y aunque usted no lea esta misiva, tengo la secreta esperanza de alguno de sus aides de chambre lo haga y que, en un rasgo de valor, le haga a usted una seña que le invite a leerla y a reflexionar un par de minutos.
    Viene a cuento esta declaración de las últimas iniciativas legislativas emprendidas por su Gobierno y de las cuitas que, muy en privado y en forma casi de confesión espantada, formulaba esta semana un alto cargo de su partido. Relataba el hombre el espectáculo de esas sesiones parlamentarias tanto en el Congreso como en el Senado en las que los distintos grupos van desfilando por la tribuna para oponerse a las iniciativas del Ejecutivo, “y a menudo produce escalofríos ver el grado de rechazo, de violencia verbal contra el Partido Popular que aflora en casi todos los portavoces… Algo estamos haciendo mal, porque no es normal la animadversión, la oposición frontal, incluso el simple odio que destilan muchas de tales voces. Es algo que me preocupa mucho, porque eso ocurre también en la mayoría de los parlamentos autonómicos. Algo tendríamos que hacer al respecto”.

  6. Sintxapela dijo:

    II

    De eso se trata. De saber por qué el PP se está convirtiendo en partido profundamente antipático, incluso odioso, para muchos españoles. Señor Rajoy: está usted demostrando una asombrosa capacidad para ofender y enfadar a casi todos los estamentos sociales, desde la derecha extrema a la extrema izquierda, pasando por el centro. Por tener, tiene cabreados incluso a los suyos, a montones de militantes, no digamos ya votantes, del PP. ¿Cómo lo consigue? Empieza a ser casi un misterio o tal vez un prodigio, porque cabrear a todo el mundo a la vez no es empeño fácil. Partía usted con la ventaja de haberse situado, seguramente sin proponérselo, en ese centro derecha templado donde dicen que se ganan las elecciones, fundamentalmente porque José María Aznar, su soberbio mentor, se había colocado motu proprio en la derecha más recalcitrante, lo cual le hacía a usted un favor impagable. Pues bien, usted se está encargando de destruir esa idea, parece usted empeñado en recordarnos la peor derecha de un país con muy malos recuerdos de malas derechas. ¿Qué está usted haciendo con España?, señor Rajoy.  

    Actúa usted como aquellos tiranos acostumbrados a vivir escondidos tras las murallas de la fortaleza, mientras dejan a sus alcaides, sus ministros, el collar suelto para que allá y acullá le formen diarios incendios con iniciativas insensatas, declaraciones intempestivas, a veces ridículas, a menudo salidas de madre, desnortadas, ofensivas… Su ministro del Interior es en este capítulo un campeón. El lunes de esta semana supimos que Fernández Díazoptaba por dejar en sus puestos a los policías que ocupan las jefaturas de cuatro de las brigadas de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) que investiga los casos Gürtel y Bárcenas, después de haber amagado con su relevo a través de un concurso de “libre designación”, es decir, de designación a dedo. Don Jorge no se atreve, es un pusilánime, un meapilas quejumbroso, un conservador a ultranza, miembro de esa derecha religiosa para quien el mantenimiento del orden es un fin en sí mismo innegociable. Un tipo que no podría formar parte de ningún Gobierno de la derecha moderna en un país desarrollado.

    Tipos como él le están haciendo a usted y a su partido mucho daño, porque le posicionan en el espectro de una derecha reaccionaria alejada del más leve conato de liberalidad.  Quienes, desde posiciones liberales, asumimos la idea del pacto social y aceptamos sacrificar una parte muy significativa de nuestra libertad en aras del procomún, convencidos de que de ese compromiso nace la ley que hace posible las libertades, no estamos dispuestos a que, Ley de Seguridad Ciudadana mediante, se nos sancione con 30.000 euros por insultar a un policía, ni que un segurata nos pueda detener en un centro comercial y pedirnos la documentación, ni que un municipal nos imponga 1.000 euros de multa por llevar un cigarrillo de hachís en el bolsillo. Y eso sí que no.
    .

  7. Sintxapela dijo:

    III

    Gran parte de ese malestar ciudadano, de ese resquemor que aflora contra ustedes por las cuatro esquinas, tiene ver con muchas de sus políticas, casi todas alejadas de ese centro templado donde se generan los afectos. Está usted empeñado, por ejemplo, en evitar que la Infanta Cristina no solo sea juzgada, sino siquiera imputada, y para lograrlo, con todas las evidencias en contra, está usted forzando la ley de tal forma que causa rubor ajeno, y ha puesto usted a la Fiscalía y a la Agencia Tributaria a trabajar de consuno en ese objetivo, lo cual que la Justica, que ha quedado literalmente para el arrastre tras la llegada al ministerio del ramo de Alberto Ruiz-Gallardón, se arrastra hoy en España cual puta ultrajada a la puerta de un cuartel de reclutas.
     
    Es sin duda la corrupción, y el tratamiento que a la corrupción está dando su Gobierno, el talón de Aquiles del PP y el suyo propio. Y es que, con ser importante la gestión de la economía, tal vez más importante aún era sanar la crisis de valores que trasluce la corrupción galopante que sufre España desde hace tiempo. Para eso estaba usted investido por una mayoría absoluta, en eso confiaban también millones de españoles, pero usted no ha hecho nada o muy poco, excepto declaración de buenas intenciones vacías de contenido, porque usted está cogido por los cataplines de un escándalo como el de su tesorero, y ahí está a la defensiva, de modo que en lugar de haber salido a cara descubierta a pedir perdón a los ciudadanos, usted se ha refugiado en la mentira, y es tan obvio que ni usted ni los suyos han dicho la verdad, es tan evidente, que la inmensa mayoría de la población ha asumido ya el caso como una tragedia más de las que tiene que soportar este infortunado país de golfos acostumbrados a vivir por encima de sus posibilidades. El esperpento llega a tal punto que su partido acaba de aprobar una Ley de Transparencia en el Parlamento al mismo tiempo que el juez Ruz trata de abrirse paso trabajosamente y sin su ayuda entre los manglares de un escándalo sin paliativos como el de Luis Bárcenas.

     Y este comportamiento suyo envilece la política y cabrea a los ciudadanos, de modo que al final los españoles tienen dos alternativas: o volver la cara y mirar hacia otro lado y refugiarse en la melancolía (en el “Déjame, Arnesto, déjame que llore/los fieros males de mi patria,/ deja que su ruina y perdición lamente” del maestro Jovellanos), o apuntarles con el dedo y llamarles chorizos… De lo cual se infiere un malestar que todo lo contamina, una atmósfera irrespirable, un desasosiego general, una protesta sorda como los ecos lejanos de un mar embravecido, y eso se palpa en la calle y el Parlamento, y eso lo sufren sus propios diputados y senadores –y así lo manifiestan en privado-, que a veces sienten ese escalofrío cercano al miedo cuando asisten al desfile de oradores destilando rabia cercana al odio contra su Partido.

     Todo lo hace mal el PP? Pues seguramente no, pero parece que sí, que todo es un desastre o casi, y esa es una percepción que probablemente tiene que ver con la ausencia de un guion, de un discurso, de un relato coherente con la acción del Ejecutivo, lo cual enlaza directamente con una acusación ya otras veces formulada en esta columna y que es resultado de la ausencia de un modelo de Estado, de un diseño de país. ¿Qué quiere la derecha política hacer con España? Salir del atolladero económico sí, eso está muy bien, pero, ¿para hacer qué después? ¿Para construir qué tipo de país? Y ahí no hay nada, ahí hay un vacío infinito, un agujero negro, porque se trata de trampear, de salvar el match ball de hoy y mañana Dios dirá, pero nadie preocupado, nadie empeñado en alumbrar las puertas del futuro, cómo vamos a crear un país capaz de crecer de forma estable sin abordar al tiempo la solución de la crisis política que sufrimos, sin hincarle el diente a problemas como la corrupción, sin esa reforma Constitucional que tantos españoles conscientes están reclamando como fundamental para cambiar de rumbo.  
    Tiene usted que salir de la madriguera y hacer política, señor Rajoy, política  a lo grande, ese tipo de política que conforta los espíritus, les aquieta y prepara para luchar por un futuro mejor. Está usted al frente del único partido de dimensión nacional que resta en España –a la espera de ver en qué queda la aventura de Rosa Díez y de Albert Rivera- y eso le confiere un tipo de obligaciones inmateriales que podríamos enumerar como la necesidad de acercar, soldar, tender puentes; la obligación de unir a los españoles, rebajar tensiones, favorecer la convivencia y todo lo demás, en lugar de romper y separar. Cualquier cosa menos crispar, menos cabrear. Lo he dicho muchas veces, la derecha española está condenada a ser reformista o a no ser. Tiene usted un país espléndido en sus manos, un país de muy buena gente. A pesar de los sacrificios, a pesar de lo mal que lo están pasando tantos con tan poco, el país disfruta de una envidiable paz social, y las mareas, de cualquier color, que con frecuencia surcan las calles de Madrid en domingo son apenas el reflejo lógico de la dureza de la situación presente. Señor Rajoy: póngase usted a la cabeza de la manifestación de la concordia. España se lo agradecerá.

  8. Sintxapela dijo:

    De la santa Constitución hemos pasado a la maldita Constitución.

     Quizá tiene algo que ver el hecho de que ni se cumple ni se hace cumplir en muchos de sus artículos, QC. Al contrario que eso gringo del Dia de Acción de Gracias, que sí se cumple totalmente y no hay ninguna necesidad de hacerlo cumplir.

  9. Cristina Losada dijo:

    Amigo Sintxapela,

    Si hubiera leído hasta el final-final el artículo, vería que en esa apreciación coincido con usted. 

    Un saludo   

  10. Sintxapela dijo:

    Amiga Cristina,

    Yo ahí no aprecio nada que no sea intención de arrear a Rubalcaba. Cuando no es el único que la celebra a la vez que le da igual su incumplimiento.

    Muy amable, saludos también para usted. 

  11. Reinhard dijo:

    Cunde la especie de que hace falta consenso para reformar la constitución: que sea el mismo consenso que hay para hacer santo a Mandela.

  12. Nemo dijo:

    El invento que pone José Luis es interesante. Aunque no dicen cómo se va a aguantar derecho sin doblarse por el peso. ¿Lo llenarán de helio? Y el viento. Yo ya lo veo botando de Atacama a Pernambuco. Pero confío plenamente en que la ingeniería será capaz de superar todas las dificultades.

  13. Nemo dijo:

    No puede haber consenso para reformar nada si se comente el error de principio de poner la cosa en manos de abogados. De ahí sólo pueden salir pleitos y pendencias. Esto lo saben en cualquier comunidad de vecinos. Para hacer algo de provecho hay que llamar a los técnicos y dejar que examinen el tema y lo resuelvan.

  14. lolo dijo:

    ¿Quién dijo que esto no daba más de sí, que no se nos podía exprimir más? Montoro sabe…
    http://www.libremercado.com/2013-12-09/el-gobierno-quiere-eliminar-la-deduccion-por-vivienda-con-caracter-retroactivo-1276505994/
     
     

  15. Flames dijo:

    El Mundo entero espera en vilo la reacción de Zapatero tras el fallecimiento de Mandela.

    Quizás esté mirando mal en el diccionario dónde queda sudáfrica  

  16. Cristina Losada dijo:

    Señoras, señores,

    Nuevo hilo.