Impulsada por el aniversario, releo “Los Kennedy. Un drama americano”, de Peter Collier y David Horowitz, y reencuentro una escena que tuvo lugar en la Casa Blanca entre el presidente Franklin D. Roosevelt y Joe Kennedy (el padre de JFK).
Joe había apoyado -también con dinero- la campaña de Roosevelt y estaba muy irritado porque no le había dado nada. El único principio que Kennedy consideraba sagrado era el que regía en el círculo político irlandés en el que se había criado: a quien apoya hay que darle algo a cambio. Un sabio principio que muchos siguen obstinándose en incumplir.
Joe le hizo saber a Jimmy, el hijo de Roosevelt, que deseaba ser embajador en Gran Bretaña y sucedió lo siguiente:
Jimmy se quedó de una pieza, incapaz de imaginarse a su amigo entre la aristocracia británica (…) Pero Kennedy le replicó convencido: ‘Sí, en serio. Lo he estado pensando y me entusiasma la idea de ser el primer irlandés embajador de Estados Unidos en la monarquía británica.’
Cuando Roosevelt se enteró de la pretensión, soltó tal carcajada que casi se cae de la silla de ruedas. Una vez calmado dijo moviendo negativamente la cabeza que lo sentía mucho, pero que de la embajada ni hablar, pero luego (…) llamó a su hijo para decirle que lo había estado pensando y que concertara una entrevista.
En cuanto el hijo de Roosevelt hizo pasar a Kennedy al Despacho Oval, el presidente lo invitó a que se aproximase a la chimenea para poder ‘verlo bien’. Kennedy obedeció asombrado.
-Joe -prosiguió Roosevelt- ¿te importaría quitarte los pantalones?
Kennedy le lanzó una mirada de incredulidad y empezó a desabrocharse los tirantes. Los pantalones cayeron a sus pies y quedó en calzoncillos mirando estupefacto a Jimmy Roosevelt ‘cortado como un imbécil’. Roosevelt rompió el silencio:
-Joe, mira tus piernas. Tienes las piernas más torcidas que he visto en mi vida. ¿No sabes que el embajador ante la monarquía británica debe pasar por una ceremonia de presentación vistiendo calzón corto y medias de seda? ¿Te imaginas que estampa harías? La foto de nuestro nuevo embajador en todos los periódicos del mundo…Serías el hazmerreír. No sirves, Joe.
Kennedy miró fijamente a Roosevelt:
-Señor presidente, si obtengo autorización del Gobierno de Su Majestad para vestir de chaqué y pantalón a rayas en la ceremonia, ¿me concedería el nombramiento?
(Al cabo de dos semanas, Kennedy obtuvo la autorización y en febrero de 1938 embarcó hacia Inglaterra para hacerse cargo de la embajada.)
Este es el único caso que conozco en el que la expresión “bajada de pantalones”, de la que tanto abusan nuestros cojonudistas, está en su sitio.
Este fin de semana he estado en Galicia en viaje relámpago para celebrar el 101 cumpleaños de mi tía-abuela.
Deben ser los aires de la ría y el mucho ejercicio que ha hecho siempre. Hasta los 70 años nadaba todas las mañanas en la ría una horita (teniendo en cuenta la temperatura del agua, el que reíste eso llega a los 101 como poco).
Le encanta Vivaldi, así que para ella aunque no vaya a entrar por aquí:
http://www.youtube.com/watch?v=2kaNnZFosm8
Que sean muchos más!
Algo más sólido que los aires también debe haber.
Ha muerto Alfonso Armada, y lo ha hecho guardando silencio, lo que será de agradecer por el Rey.
Si la historia es tal como la cuentan demuestra que JK tenía, además de ambición, recursos. Al menos para convencer a la monarquía británica de alterar esa tradición. No parece un mal nombramiento.
Algo genético debe haber en los 101 y bastante bien llevados, en lo que yo sé.
Por otro lado, hay tradición Kennedy en la diplomacia; su nieta, hija del Presidente, acaba de ser nombrada embajadora en Japón
https://www.youtube.com/watch?v=u2tCB3-FCKM
Se me ha caído un lagrimón. Esta película no habla de Yugoslavia.
Sí, sí que sean muchos más y que yo los vea, que a este paso nos entierra a todos. Desde luego goza de mejor salud que algunos de sus sobrinos; y no digo nada de la salud que tenía ella a los años que tienen actualmente sus sobrinos.
.-..
Del hilo a mí me sorprende el ascendiente que Roosevelt tenía sobre Joe Kennedy. Porque eso de decirle a uno que se baje los pantalones y que lo haga, no creo que sea fácil de conseguir.
Se sabe que Roosevelt conocía sus actividades y aun así le nombro para diversos cargos. No digo que Kennedy no hiciera bien su trabajo, pero se ve que al presidente tampoco le sobraban escrúpulos. Aquí un reportaje sobre el personaje
http://www.elmundo.es/suplementos/cronica/2009/698/1235862011.html
En el despacho oval tiene que haber algo, un espíritu travieso, sin duda demócrata.
O Republicano porque los democratas quedan fatal. Porque lo de Nixon y compañía se fraguó fuera según parece.
Puede ser, pero buen conocedor de las flaquezas de la carne.
Como el codueño de las debilidades de nuestras televisiones ante la carnaza. Yo creo que acabarán cayendo.
http://www.libertaddigital.com/opinion/juan-carlos-girauta/alcacer-70137/
Señoras, señores,
Nuevo hilo. Lamento la brevedad de éste, pero había nuevas ofertas en el súper.
Un saludo