Parece que esta maldita crisis no se conforma con destruir nuestro futuro, también quiere desposeernos del pasado. Otro paisaje de la memoria colectiva, la vieja librería Canuda, ha caído víctima de la Ley de Arrendamientos Urbanos y de la definitiva ausencia de espíritu conservador entre nosotros. Ya ocurrió en su día con aquellos majestuosos cafés de las Ramblas, sacrificados todos en tributo al rey del pollo frito. Porque, contra lo que prescribe el lugar común, en España ni hay ni nunca ha habido conservadores. Nadie tuvo noticia de ellos cuando la alegre demolición del patrimonio arquitectónico del país durante el desarrollismo de los sesenta. Igual que ni están ni se les espera hoy, mientras las franquicias de comida basura o de moda barata profanan el espacio de aquellos cementerios de libros que tanto nos ayudaron a ser un poco civilizados. Hasta un capítulo de la Historia de España como el mismísimo café Gijón se ha salvando por los pelos de la única ley que semeja inviolable a ojos los que se dicen conservadores, la de la oferta y la demanda. No ha sucedido en Viena, donde cualquiera puede contemplar los espacios que recreaba Stefan Zweig en “El mundo de ayer”. Y tampoco en la Venecia del Florian, el París del café de la Paix, la Lisboa de la Brasileira, o el Berlín del Adlon Kempinski. Solo ha pasado aquí. Aquí, donde los presuntos conservadores serán quienes al final acaben haciendo realidad la necia desiderata de Marinetti y sus futuristas: “…nosotros no queremos saber nada del pasado. ¡Nosotros, los jóvenes fuertes y futuristas! ¡Vengan, pues, los alegres incendiarios de dedos carbonizados! ¡Aquí están! ¡Aquí están! ¡Vamos! ¡Prended fuego a los estantes de las bibliotecas! ¡Desviad el curso de los canales para inundar los museos!… ¡Oh, qué alegría ver flotar a la deriva, desgarradas y desteñidas en esas aguas, las viejas telas gloriosas!… ¡Empuñad los picos, las hachas, los martillos, y destruid, destruid sin piedad las ciudades veneradas!”.
Cielos santo, me ha recodado las escopetas de feria.
Por la LAU usted dice, válgame dios, pues cultura no debía haber, ni se le esperaba tampoco.
Recuerdo yo aquellos entrañables carros con barras de hielo, como lo cortaban, lo cogían con aquellos ganchos, ah! Que tiempos aquellos de neveras, playa, y hombres con habilidades singulares.
He tenido que limpiar la pantalla de mi ipad.
Que dios le conserve…la vista.
Saludos d. José
Zweig era un fenómeno…aunque empapado de los estereotipos negativos sobre España, y en su obra sobre Brasil y Sutter las dejaba caer incluso en contradicción con las conclusiones lógicas que la propia crónica de sucesos del suizo iba explicando. Lo que subraya la fuerza de un estereotipo negativo bien sembrado incluso entre alguien perspicaz como Zweig.
Le diría que no se nos ponga muy melancólico con el pasado y fatalista con el futuro y menos evocando al abatido Zweig que abusando de esa manía terminó viéndolo todo muy negro justo cuando empezaba a clarear….y no somos pocos los liberales que sufrimos, junto con los conservadores y tantos otros, las demoliciones injustificadas del patrimonio. Aquí sin ir más lejos la del edificio de la Pagoda de Miguel Fiscac gracias a la Caixa –y no digo que fuese una conspiración, ojo- entre los últimos.
***
¿Gente nueva en el blog?
:)
De todo hay, parece ser, tanto nueva como vieja con otros nicks.
……………..
… como el mismísimo café Gijón se ha salvando por los pelos de la única ley que semeja inviolable a ojos los que se dicen conservadores,…
Señal clara que, al menos de vez en cuando, hay que tratar de salvarse uno mismo de aquellos que se dicen conservadores.
Ah, Lone, ¿ la intervención que le han hecho en la vista ha ido bien ?
Nada se conserva, es cierto. Allá por los 80 el cura que vino al pueblo se cargó la iglesia; sacó todos los santos y dejó solo un Cristo, como si fuéramos protestantes. Y pintó todo de blanco y, ah, qué bueno, puso calefacción. Nadie protestó. Solo algunas mujeres, que me lo contaron bajito seguramente por temor a ser acusadas de beatas. Cambió un templo de luz tenue y decoración que invitaba al ensimismamiento y al rezo, por algo parecido a un garaje con un crucifijo al fondo. Mejor que hubiese puesto un almanaque con una tetuda en pelota.
La estación del tren, de finales del XIX (y como ella todas las de la red) le demolieron el interior y se cargaron el andén para que estuviera a la altura de los nuevos vagones. Ya nada recuerda que fue una estación con estética decimonónica.
El pueblo de mi infancia ya no existe; sus calles, sus huertos. Cuando voy allí lo único que quedan son las montañas de los alrededores, por ellas reconozco el pasado. Es un pueblo similar a cualquier barrio de una ciudad, con casas de cinco y hasta ocho plantas.
Si a alguien se le ocurriese protestar, sería mal mirado. Eso sí: han cambiado los nombres a casi todos los pueblos según dictó un homo academicus de la Llingua Asturiana. “La gente está que trina”, me decía uno. “Sí, pero no ‘trinará’ nadie. Ya verás cómo no”. Y así fue. Y así es.
Se conserva lo que nunca existió y se ha demolido el pasado de los últimos 150 años.
Ya no me reconozco allí, por eso pasan los años sin que eche en falta darme una vuelta; ya no queda casi nada. Guardo mejor memoria del pueblo cuando estoy lejos que cuando lo tengo delante.
El comercio de alta frecuencia
Karl Denninger, autor de libro: Apalancamiento. O de cómo el dinero barato destruirá el mundo. [Se denomina apalancamiento al crecimiento a base de contraer deuda]
Según Denninger, el comercio de alta frecuencia (realizado por ordenadores) no tiene nada que ver con el establecimiento de los precios, que se supone debería de ser una consecuencia del mercado bursátil, la de fijar el valor de un bien sometido a la oferta y la demanda. Denninger sostiene que nos es más que una transferencia de fondos realizada por las computadoras sin otro fin que aumentar el caudal de dinero en movimiento manipulando con ello el precio, aunque sea durante unos minutos u horas.
Se podría acabar con ese fraude si por cada orden que se emitiese se exigiera tener margen de caja para realizarla, que es lo que se le exige al inversor privado pero no a los bancos o grandes fondos de inversión. Además exigir que cada orden debería darse por válida e irreversible en un lapso máximo de dos segundos, y no como ocurre ahora, que se emiten miles de órdenes por segundo y luego se cancelan, lo cual es un engaño para atraer a incautos o bien a ordenadores con programas que no detectan la trampa. Hasta fecha reciente eso siempre fue ilegal; desde hace un tiempo, desde que hicieron desaparecer la ley Glass Steagall, esa práctica es habitual por parte de los bancos o los grandes fondos de inversión.
[Un paréntesis antes de que se me olvide: en otro programa de Keiser, ahora ya no recuedo cuál, le escuché decir que la sinvergonzonería es tal, que en el mercado de la plata los algoritmos que registran los movimientos bursátiles puntúan 50 veces más una orden de venta que una de compra, de esa manera los bancos centrales evitan el desvío de capitales hacia metales como la plata física, manipulando el precio, de tal manera que este, el de la plata, es mucho mayor que el que figura en los balances de compra-venta bursátil.]
Ese comercio de alta frecuencia no añade, tal y como sostienen algunos, mayor liquidez al mercado bursátil, puesto que el valor real de las acciones que van y vienen, cambiando de manos continuamente, es el mismo; pero sí que manipulan los precios a gusto de los bancos y fondos de inversión, la mayoría de los cuales pertenecen a los bancos.
http://www.youtube.com/watch?v=jSN64-snnnY
El desmantelamiento industrial de Alemania del Este a cambio de la paridad del marco oriental con el occidental.
El artículo tiene tres años, pero merece la pena:
http://www.lavanguardia.com/internacional/noticias/20101002/54015861398/paisajes-floridos.html
Fisac
***
Gracias Sintxa. Parece que bien, sí.
¿Gobiernos conservadores? ¿Dónde están? En España, no
Dos interesante en El Economista:
‘Mas de 400 mil empleos públicos escapan a los registros de Hacienda’. – he comentado por aquí alguna vez el divertido trabajo del catedrático Alejandro Nieto ‘La nueva organización del desgobierno’ en el que denuncia la imposibilidad de dar una cifra real y cotejable del número de empleados públicos por su opacidad y corporativismo-
Y,
‘El ICO frena los créditos a las pymes y casi lo dobla a la administración’.
Esta noticia médica, igual le interesa a Archivero, aunque no sea su especialidad.
Yo no puedo entender que a estas alturas de la vida se encuentre un órgano nuevo, pero será verdad:
http://www.abc.es/sociedad/20130617/abci-cornea-capa-descubrimiento-201306141250.html
En la Canuda había comprado algún libro de lance, un par de veces. Uno lo recuerdo ahora: Informe sobre ciegos, de Sábato, sin duda poseído por el lúgubre genio del lugar. Un local destartalado, atiborrado de papel comprado a peso (fascículos, revistas, ediciones para venta a domicilio, colecciones escolares, enciclopedias del absurdo) con algunos pocos libros de verdad por medio. Producto más de la obsesión de un acaparador que de alguna idea comercial mínimamente viable. Dudo bastante que, aunque la LAU que gustaría a QueridoPepe impusiera a todo el linaje futuro de los propietarios de inmuebles unos arrendamientos tan inmutables como los ideales de la Falange, ese local pudiera subsistir, vendiendo cuatro -o cuarenta- libros viejos al día. Aun cobrando ediciones de bolsillo de los 70 con las tapas rotas casi al mismo precio que pueden encontrarse las actuales nuevas. Y aun compartiendo calle con el ilustre Ateneu Barcelonés, a veinte pasos, nido de viejos y nuevos papirófilos. Por no hablar de una instalación eléctrica de la posguerra sepultada bajo toneladas de papel, en un edificio centenario con vigas de madera, con cuatro o cinco pisos de viviendas encima.
Esos sitios se mueren solos, por falta de renovación y adecuación al siglo que corre afuera. Justo lo contrario que los locales que se mantienen con salud; donde nos parece que entramos en el pasado, pero un parroquiano de hace cincuenta años diría que lo han cambiado todo. El pasado no se pierde nunca, aunque nos lo roben, porque lo rehacemos continuamente. La ciudad, para conservarse, requiere de la continua renovación y sustitución de sus materiales; lo contrario trae la gangrena y la destrucción. La nostalgia y la querencia por las cosas viejas forman un criterio nefasto.
La Canuda:
https://www.google.es/search?q=llibreria+canuda&lr=&safe=off&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=_su-UdvfFsue7Abl1YGABA&ved=0CAkQ_AUoAQ&biw=1256&bih=841
bastante que, aunque la LAU que gustaría a QueridoPepe impusiera a todo el linaje futuro de los propietarios de inmuebles unos arrendamientos tan inmutables como los ideales de la Falange
Y ya ve Ud. dónde han quedado los inmutables principios falangistas. No en vano se certificaron como “movimiento”
«El 18 de julio de este año, como es público, estalló en gran parte de España un movimiento militar, al que se dice prestan asistencia grupos de Falange Española. Tales grupos ni han recibido ni han podido recibir instrucción alguna de su jefe, que, de haberlas podido dar, hubieran sido con claras y decisivas garantías políticas y aún personales, que le hubieran puesto en condiciones de intervenir activamente en la dirección del Movimiento».
…hablando de librerías y de conservadores estéticos e históricos sin complejos, en Oporto queda una, la Livraria Lello, en pie todavía, que visité hace años con mi mujer y que transporta al visitante directamente al XIX. Muy guapa.
Aunque Oporto, toda ella, es un caso especial de conservación en decrepitud sostenida en el tiempo. A Marinetti se le iba a hacer el culo pepsicola allí.
Ni siquiera Marinetti se tomó en serio aquel manifiesto pensado para escandalizar bibliotecarias. Ya era mayor.
¿Marinetti? ¿Ese no era el malo de “Hombre rico, hombre pobre”?
Rudy Valner y el ático, la conexión entre Ignacio González y Enrique Cerezo
Ignacio González compró su lujoso ático en la playa al abogado americano de Enrique Cerezo. Primero dijo que era alquilado, justo cuando un juez empezó a investigarlo, lo compró y ahora sabemos a quién. Un sindicato policial vincula ese ático con los contratos que Telemadrid ha otorgado a empresas de Cerezo.
Cuando supo que la Justicia le investigaba por el alquiler del ático de lujo en Marbella, Ignacio González contó que ya era suyo. El vendedor es Rudy Valner, testaferro profesional en el estadounidense paraíso fiscal de Delaware. Hoy sabemos que Valner, además, es más cosas, por ejemplo, seguidor del Atlético de Madrid.
Una afición que se entiende viendo lo que publica el diario ‘El Mundo’. Cuenta que es amigo íntimo de Enrique Cerezo, su abogado personal en Estados Unidos y ex tesorero de una de sus empresas. Además la venta del ático a Ignacio González la hizo a través del despacho de abogados que trabaja casi en exclusiva para el presidente del Atlético de Madrid.
El círculo de las sospechas podría cerrarlo la estrecha relación entre ambos presidentes y entre Gobierno madrileño y club de fútbol. 230 millones de Telemadrid fueron a parar a las arcas del Atlético por sus derechos televisivos, con Ignacio González de vicepresidente. Derechos que luego la Comunidad de Madrid cedió a una empresa, controlada en parte por el propio Cerezo.
De momento, el hombre que en teoría vendió este ático al presidente madrileño, se niega a darle detalles a la Justicia. No acudió a declarar al juzgado de Estepona el pasado 25 de Mayo.
La erudición de D. Flames nunca deja de sorprender.
Marinetti, Malatesta, Malasombra…grandes malos de la humanidad cuyo nombre denota bondad infinita.
Se nota que D. Flames y D. José Luis nunca han comprado un libro de viejo.
A mí, de pequeño no me dejaban tocar cosas de desconocidos, por los microbios. Ya de mayor compré alguno por desquitarme, sin más. Pero lo de QueridoPepe, si disfruta frecuentando esos lugares, ha de ser mucho vicio.
Pues yo soy de los que sostengo que hay que “comer” muchos microbios para tener las defensas preparadas.
¿La manera? Pues dejar de ser un remilgado y si se cae un trozo de comida al suelo, recogerlo y engullirlo.
Si se cae en un chigre… pues eso son palabras mayores.
¿No ha pensado en tener un gato?
Damas y caballeros,
Hay nuevo hilo a su disposición.